Este programa es ideal para quienes están en un momento de transición en su vida.
Tal vez estén entre el colegio y la universidad, entre trabajos, entre carreras, o entre matrimonios; ¡o también para quienes están interesados en encontrar algo que verdaderamente les atraiga!.
“El trabajo es una parte necesaria de tu transformación. Es amor hecho visible”.
Este programa es ideal para nacionales e internacionales que desean tomarse un alto en su rutina, o que están en un momento de transición en sus vidas, aprendiendo a observar sus actitudes, pensamientos, acciones, para convertirlas de reflejos/inconscientes a acciones/conscientes, colaborando con trabajo activo y pasivo a su desarrollo personal, así como al desarrollo del Complejo Plaza Comercial Bioclimática Techos Verdes, ubicado en San Pedro Sula, Honduras.
Trabajo como Meditación, con Amor y Compasión. Internado de 10 días cada mes, en un hermoso y seguro ambiente tropical, donde dedicarás igual esfuerzo a conocerte, eliminar tensiones y emociones reprimidas, a la vez que conviertes toda acción o trabajo en una meditación y diversión simultánea y compartida.
Comparte tu tiempo y habilidades, con Amor y Compasión, en atención constante a cada momento que estás viviendo, para descubrir el tesoro que guardas en tu Interior.
Para saber más sobre la opinión de OSHO sobre el trabajo y la meditación.
“El trabajo es una parte necesaria de tu transformación. Los grupos limpian tu mente, pero si no hay trabajo la mente volverá a acumular basura. La meditación te lleva más allá de la mente, pero empieza a cortar las raíces del cuerpo-mente, y quiero que poseas una personalidad integrada por completo. Los terapeutas limpian la basura que se ha vertido en la mente durante siglos; el trabajo posteriormente tiene que enraizar el cuerpo en la tierra y luego la meditación puede crecer como las flores de un árbol en lo alto del firmamento.
Las personas necesitan cambiar la actitud que existe frente al trabajo, particularmente las mentes Occidentales. La meditación tendría que hacer parte del trabajo, sin estar separada de él.
El trabajo y la relajación no son contradictorios. En realidad, entre más te pongas a trabajar, más profundamente puedes relajarte. Así que ambos son importantes: entre más duro trabajes, más profundamente puedes relajarte. El trabajo es valioso. Traerá humildad y silencio. Las personas tendrían que darse cuenta de que su trabajo es algo muy especial, y que cualquier trabajo que hagan es respetable”.
“Se tendría que hacer énfasis en el trabajo de tiempo completo. Seis horas al día está perfectamente bien. El trabajo es parte de todo el programa; cuando trabajes, trabaja como si se tratara de un grupo de terapia. Llámalo “trabajo meditación”. Si realmente quieres meditar y conectar contigo mismo, son necesarias seis horas de trabajo: Hace parte de un cambio total en tu energía. Es científico. Durante seis horas tendrías que olvidarte de todo lo demás, olvidarte del mundo por completo, olvidar tus problemas; no importa de qué trabajo se trata; sé íntegro con ello. Entonces algo se hace posible”.
“Es una idea muy occidental la de separar el trabajo del gozo; es una idea muy cristiana: Dios trabajó durante seis días y descansó en el séptimo. Pero mi visión va completamente en contra de esta idea del pasado. Te estoy dando una visión completamente nueva, la de un hombre completamente nuevo que no está dividido entre el trabajo y el descanso. Para mí la relajación y el trabajo no se oponen. No estoy a favor en absoluto de que las personas sientan que trabajan demasiado duro y que necesitan un descanso o una interrupción para relajarse y que tienen que irse a algún lugar lejos, lejos del trabajo. Mi visión consiste en que disfrutes por completo de lo que estás haciendo; no estoy en contra de la natación, o en contra del aire fresco o de ir al lago. Estoy en contra de la división, de la separación que dice esto es trabajo y esto es disfrute, de la idea de que necesito ir al lago para descansar, para relajarme, para alejarme del trabajo”.
Trabajo como Meditación, con Amor y Compasión, es un puente a la meditación. Se llega rápidamente a un punto en el que las meditaciones estructuradas por OSHO dan una prueba de lo que significa estar alerta, de observar lo que está sucediendo tanto dentro como fuera de nosotros mismos.
Entonces surge la siguiente pregunta relacionada con el hecho de si puedo continuar “observando”, si puedo estar alerta y atento en medio de mis ocupaciones diarias cuando regrese a casa. Sentarse en un tranquilo salón de meditación es una cosa; estar centrado y atento mientras se está sentado en la oficina, atareado, tratando de cumplir con los objetivos, es algo muy diferente.
El programa “Trabajo como Meditación, con Amor y Compasión“, está diseñado específicamente para unir la brecha que se da en el proceso de aprender a estar atento, que se experimenta mejor en un espacio tranquilo y aislado, y la experiencia que se tiene luego, al llevar esa atención a nuestra normal vida cotidiana, que es la prueba definitiva y real de lo que hemos aprendido.
A lo largo de este programa trabajamos siete días a la semana, con un mínimo de ocho horas diarias: seis horas de trabajo en el Complejo, y dos horas para aprender el arte de escuchar y “no hacer” durante el encuentro vespertino de meditación o video/charla de OSHO.
El trabajo práctico es de una amplia variedad que va desde diseñar en computadora, colaborar en la cocina, hacer limpiezas, reparaciones, jardinería, pintar, hasta trabajar en las huertas, o desde coordinar labores, atender a os visitantes, preparar actividades de la semana hasta traducir. Es un trabajo que nos impulsa a observar el cuerpo y la mente, nuestros hábitos de pensar y sentir, y nuestros hábitos de reaccionar en cambio de responder a las personas y a las situaciones.
La clave para empezar consiste en aprender que no es lo que hacemos, si no cómo lo hacemos, lo que cambia la “gestalt” entre “trabajar” simplemente, o tener la oportunidad de crecer como individuos. Esencialmente podemos aprender que cualquier experiencia en la vida, sea de “trabajo” o de “juego”, puede ser una oportunidad para llegar a saber algo de nosotros mismos.
En nuestro trabajo regular, tenemos la tendencia a intercambiar nuestro tiempo y energía por dinero, y racionalizamos nuestro resentimiento de tener que vendernos a nosotros mismos con fantasías de cómo vamos a gastar ese dinero, “yendo por ahí a relajarnos”. Sacrificamos el estar presentes, relajados y atentos en este momento por la tensión de luchar por algún momento del futuro en el que imaginamos que podremos estar a gusto. Un tercio de nuestra vida se va en la persecución ilusoria de un “mañana” dorado que, por supuesto, nunca llega. Solo existe el “hoy” y nada más.
Se nos enseña normalmente que, para tener éxito tenemos que luchar, que esforzarnos, que fijar metas, que concentrarnos. El problema con este enfoque es que, cuanto más luchamos, cuanto más nos concentramos, más nos llenamos de tensión. Y cuanto más tensos nos volvemos, peor es nuestra actuación. El enfoque alternativo que se ofrece en este programa, consiste en aprender que para dar lo mejor a cada momento, y para recibir lo mejor de cada momento, necesitamos estar atentos. Y para estar atentos, necesitamos estar relajados.
Llenar solicitud y datos completos para ser considerado a participar. Fotocopia de pasaporte si eres internacional con visa válida para todo el período, o fotocopia de cédula de identidad si eres nacional, son indispensables.
Presentarte puntual a la fecha, hora y lugar indicados, una vez que tengas número de cupo garantizado de participación. No se guardará cupo a quien no se presente puntual. El cupo garantizado de participación no es transferible a nadie. Cancelación de visita deberá ser hecha con al menos 48 horas de anticipación.
Es necesario contar con buena salud todo los participantes. Previo a ser declarado como participante aceptado, deberás practicarte una prueba del Anticuerpos HIV (VIH Sida) en un laboratorio local cercano que se te indicará (Costo US$10). De momento sólo tenemos disponibles grupos de participantes con resultados negativos. (Si deseas saber más sobre la opinión de OSHO al respecto, lee al final de la página).
El hospedaje es gratuito, sea en cabaña o en tu propia tienda de acampar dentro de nuestro predio. Se sortearán las ubicaciones disponibles, sé tolerante, compartirás espacios con otros. Cada participante traerá sus propia ropa de cama, toallas o bolsa de dormir.
La alimentación será estrictamente vegetariana, y su costo es de US$65 (no rembolsables) por los 10 días según se indica en el itinerario, que deberás cancelar por anticipado al registrarte como participante en nuestras facilidades. Día 0 incluye cena; días del 1 al 7 incluyen desayuno, almuerzo y cena; días 8 y 9 incluyen desayuno y cena, día 10 incluye desayuno.
Mantener una conducta correcta, honesta, respetuosa y consciente tanto con tus compañeros, las instalaciones, la flora y fauna así como con todos los visitantes, inquilinos y vecinos del lugar.
Conflictos internos, robos, daños premeditados y similares se solicitará el abandono inmediato de las facilidades a los causantes, y se reportará a las autoridades de ser necesario.
Estrictamente prohibido fumar, consumir bebidas alcohólicas, utilizar cualquier tipo de drogas, tener relaciones sexuales o situaciones amorosas explícitas o de violencia durante el programa. Nos reservamos el derecho de admisión.
Recuerda que vienes a descubrirte a ti mismo y a colaborar, no te distraigas innecesariamente, aprovecha la oportunidad en la seguridad y belleza del ambiente que se te ofrece. Goza estas auto vacaciones educativas y colaborativas que tendrás y descubre tu verdadero ser.
Nos reservamos el derecho de cancelar el programa en cualquier momento. Es conveniente verificar siempre con anticipación a su visita, pues las fechas son variables cada mes, y no todos los meses hay programa. La permanencia es exclusivamente en las fechas indicadas en cada programa.
El punto de vista de OSHO respecto al SIDA es poco corriente; sigue el enlace, abajo,”OSHO y el SIDA” Desde el comienzo, mucho antes de que se supiera que era de origen viral, OSHO vió claramente que el SIDA era algo más que “otra enfermedad”. Tenía el potencial para convertirse en un enorme pandemia. Su consejo, en esos días, era realizar tests regularmente y aplicar todas las medidas científicas necesarias para la práctica del sexo seguro. La visión de OSHO respecto al sexo es también poco usual.
Los tests del VIH/SIDA se realizan en un laboratorio cercano al Complejo Plaza Techos Verdes, cuando llegas y tienes los resultados en 3 horas. Para participar en el programa Trabajo como Meditación, se requiere un resultado negativo.. Recuerda que nuestra meta principal consiste en ser cada día más conscientes de todo lo que pensamos, hacemos y decimos, ser conscientes de nuestro cuerpo y las responsabilidades que el mismo conlleva, es parte de hacer crecer esa conciencia.
¿Podrías por favor decir algo sobre el SIDA?
“Ni siquiera sé nada sobre primeros auxilios, y tú me estás preguntando sobre los últimos auxilios![1] Pero parece que tendré que decir algo al respecto. Y en un mundo en donde la gente que no sabe nada sobre sí mismos puede hablar sobre Dios, gente que no sabe nada sobre geografía de la tierra puede hablar sobre cielo e infierno, no es inconcebible para mí decir algo sobre el SIDA, aunque no soy médico. Pero tampoco la enfermedad ahora llamada SIDA es sólo una enfermedad. Es algo más, algo más allá de las limitaciones de la profesión médica.
Tal como lo veo yo, no es una enfermedad en la misma categoría de otras enfermedades; por ello su peligro. Tal vez matará al menos dos tercios de la humanidad. Es, básicamente, la incapacidad de resistir enfermedades. Uno, poco a poco, se encuentra a si mismo vulnerable a cualquier tipo de infecciones, y uno no tiene defensas internas para luchar contra esas infecciones.
Para mí eso significa que la humanidad está perdiendo su voluntad de vivir.
Cada vez que una persona pierde la voluntad de vivir sus defensas caen inmediatamente, porque el cuerpo sigue a la mente. El cuerpo es un muy conservador sirviente de la mente; sirve a la mente en una forma religiosa. Si la mente pierde la voluntad de vivir, esto se verá reflejado en el cuerpo abandonando las defensas contra las enfermedades, contra la muerte. Por supuesto los médicos nunca se manifestarán sobre la voluntad de vivir; por eso es que pensé que era mejor que dijera algo.
Va a convertirse en un problema tan enorme alrededor del mundo que cualquier percepción desde cualquier dimensión puede ser de inmensa ayuda. Sólo en América, este año, cuatrocientas mil personas están infectadas con SIDA, y cada año el número se duplicará. El próximo año serán ochocientas mil personas, y luego un millón seiscientas mil personas; de esa manera irá duplicándose. Sólo este año América necesitará quinientos millones de dólares para ayudar a esas personas, y todavía no hay mucha esperanza de que sobrevivan.
Sólo al principio se pensó que era una enfermedad homosexual. De todas partes del mundo investigadores apoyaban la idea de que era algo homosexual; se encontraba que ocurría mas en hombres que en mujeres.
Pero desde ayer, un informe de África cambia todo el punto de vista. África está enormemente involucrada en investigaciones sobre la enfermedad porque Africa es el área más afectada. Parece que los negros son casi dos veces más vulnerables a la enfermedad que los blancos. Africa está sufriendo por una gran epidemia de SIDA; por ello, han estado investigando. Es una cuestión de vida o muerte.
Su informe es bastante extraño. Dice que el SIDA no es una enfermedad homosexual en absoluto, que es una enfermedad heterosexual, y ocurre si la gente va cambiando de parejas, mezclándose con muchas mujeres, con muchos hombres, continuamente cambiando de parejas. Este continuo cambio es la causa de la enfermedad. La homosexualidad no tiene nada que ver con ello, de acuerdo con su investigación. Ahora todos los investigadores en Europa y América están en un lado, y los del informe Sur africano están en el lado opuesto.
Para mí es muy significativo. No tiene nada que ver ni con la heterosexualidad ni con la homosexualidad. Ciertamente tiene algo que ver con sexo. Y ¿por qué tiene algo que ver con sexo?; porque la voluntad de vivir está enraizada en el sexo. Si la voluntad de vivir desaparece, entonces el sexo será el área de la vida más vulnerable para invitar a la muerte.
Recuerda perfectamente bien que yo no soy médico, y que todo lo que estoy diciendo es desde un punto de vista totalmente diferente. Pero hay muchas más posibilidades de que lo que estoy diciendo sea más verdad que lo que están diciendo estos a si llamados investigadores, porque su investigación es superficial. Ellos sólo piensan en casos, recolectan datos, hechos. Esa nos es mi forma: yo no soy un colector de hechos.
Mi trabajo no es de investigación sino de percepción. Trato de ver dentro de cada problema lo más profundamente posible. Simplemente ignoro lo superficial, que es el área de los investigadores.
Trato de penetrar profundamente, y veo claramente que el sexo es el fenómeno más relacionado con la voluntad de vivir. Si la voluntad de vivir declina, el sexo será vulnerable; entonces no es una cuestión de heterosexualidad u homosexualidad.
En Europa y en América empezaron a verlo porque sólo fue coincidencia que los primeros casos ocurrieran en homosexuales; tal vez los homosexuales han perdido la voluntad de vivir más que los heterosexuales. Toda la investigación fue confinada, y la mayoría de las víctimas eran judíos; obviamente los investigadores encontraron que estaba asociado a la homosexualidad. Si se encontraba que algún heterosexual tenía los síntomas, entonces era naturalmente asumido que lo había recibido de alguna persona homosexual.
California es una parte tan estúpida del mundo, y en lo que tiene que ver con el sexo, la parte más pervertida del mundo. También puedes decir innovadora, progresista, revolucionaria, pero estas hermosas palabras no esconderán la verdad: California se ha vuelto demasiado pervertida. ¿Por qué ocurre esto, esta perversión? Y ¿por qué ha ocurrido en California particularmente? Porque California es una de las más cultas, civilizadas, acaudaladas sociedades. Naturalmente, ellos tienen todo lo que puedas esperar, todo lo que puedas desea, y allí es donde el problema de la voluntad de vivir surge.
Cuando tienes hambre piensas en conseguir trabajo, comida; no tienes tiempo para pensar en la vida y la muerte. No tienes tiempo para pensar sobre el sentido de la existencia. Es imposible: un hombre hambriento no puede pensar en la belleza, el arte, la música. Lleva al hombre hambriento, famélico, a un museo lleno de bellas obras de arte; ¿crees que será capaz de ver alguna belleza allí? Su hambre se lo impedirá. Estos son lujos. Sólo cuando todas sus necesidades básicas estén satisfechas el hombre se enfrentará a los problemas reales de la vida. Los países pobres no conocen los verdaderos problemas.
Por ello, cuando digo que el hombre más rico es el más pobre, puedes entender lo que quiero decir con eso. El hombre más rico llega a conocer los problemas irresolubles de la vida, y está estancado; no hay ningún lugar a donde ir. El hombre pobre tiene mucho que hacer, mucho que conseguir, mucho en lo que convertirse. ¿A quién le importa la filosofía, la teología, el arte? Son muy grandes para él; está interesado en cosas muy mundanas, cosas muy pequeñas. Y es imposible para él girar su conciencia hacia sí mismo y empezar a pensar e inquitarse sobre la existencia; es imposible.
California es, desafortunadamente, una de las más afortunadas partes del mundo, en muchas formas: tiene la gente más bella, bellas tierras, y se ha convertido en el pináculo del lujo. Y allí, la pregunta surge. Ya lo has hecho todo; ahora ¿que más hay ahí para hacer? Ese es el punto en el que la perversión comienza.
Has conocido muchas mujeres y has venido a entender que son todas lo mismo. Una vez que apagas la luz, toda mujer es sólo lo mismo. Cuando la luz está apagada, si la mujer se va al otro cuarto y tu esposa entra – y no eres consciente – puedes incluso hacerle el amor a tu esposa, ofreciéndole hermosos diálogos, sin saber que se trata de tu esposa. ¿Qué estás haciendo? Si alguien viene a saber de esto, que hablas estos hermosos diálogos – aprendidos de las películas de Hollywood – a tu propia esposa, seguro pensarán que te has vuelto loco. Estos son para las esposas de otras personas, no para tu esposa. Pero en la oscuridad no hay diferencia.
Cuando un hombre conoce a muchas mujeres, una mujer conoce a muchos hombres, una cosa se hace segura: que es lo mismo, una repetición. Las diferencias son superficiales, y en lo que tiene que ver con el contacto sexual, no hay mucha diferencia. Una nariz un poco más larga, o un pelo un poco más rubio, un rostro más blanco o un poco bronceado: qué diferencia hay cuando le haces el amor a una mujer? Sí, antes de hacerle el amor a una mujer todas estas cosas hacen una diferencia. Y siguen haciendo una diferencia en los países donde la monogamia es todavía la norma.
Por ejemplo, en un país como India, la enfermedad del SIDA no va a ocurrir mientras India permanezca siendo monógama; es imposible por la sencilla razón de que la gente conoce sólo a su esposa, sólo a su esposo, durante toda su vida. Y siempre permanecen curiosos sobre cómo se sentiría estar con la esposa del vecino. Siempre queda una tremenda curiosidad, pero no hay ninguna posibilidad de perversión.
La perversión requiere la condición básica de que estés harto de cambiar de mujer; quieres algo nuevo. El hombre empieza a probar a otros hombres; eso parece diferente. Las mujeres empiezan a probar a otras mujeres; se siente un poco diferente. Pero ¿por cuánto tiempo? Pronto eso también será lo mismo. De nuevo, la pregunta surge.
Este es el punto en donde intentas todo tipo de cosas, y poco a poco, una cosa queda determinada: que todo es inútil. La curiosidad desaparece. Entonces, ¿de qué sirve vivir para el mañana? Era curiosidad: mañana puede que pase algo nuevo. Ahora sabes que lo nuevo nunca ocurre. Todo es viejo bajo el cielo. Lo nuevo es sólo una esperanza, nunca ocurre. Intentas todo tipo de diseños de muebles, casas, arquitectura, ropa y finalmente todo falla. Cuando todo falla y no hay esperanza para el mañana, entonces la voluntad de vivir no puede seguir con el mismo fervor, fuerza, persistencia. Comienza a arrastrarse. La vida parece perder su savia. Estás vivo porque ¿qué más se puede hacer? Empiezas a pensar en suicidarte.
Se dice que Sigmund Freud dijo: “Nunca me he encontrado con un hombre que no haya pensado, al menos una vez en su vida, en suicidarse”. Pero Sigmund Freud ahora es algo muy viejo, desactualizado. Estuvo hablando sobre personas psicológicamente enfermas; esas eran las personas con las cuales él entraba en contacto.
Mi propia experiencia es que el hombre pobre nunca piensa en suicidarse. Me he encontrado miles de personas pobres; nunca piensan en suicidarse. Ellos quieren vivir, porque aun no han vivido; ¿como van a pensar en el suicidio?
La vida tiene tantas cosas que dar, y ellos ven que todo el mundo tiene toda clase de cosas y ellos no han vivido todavía. Hay una gran urgencia, fuerza, de vivir. Hay mucho por hacer, hay mucho por conseguir. Hay todo un cielo de ambiciones abierto, y ellos aún ni siquiera han empezado a rascar el suelo. Ningún mendigo piensa jamás en cometer suicidio. Lógicamente debería ser justo de la otra manera: todo mendigo debería pensar en suicidarse, pero ningún mendigo lo piensa, ni siquiera un mendigo sin ojos, ciego, paralitico, tullido…
En los países pobres nadie piensa en el suicidio, en los países pobres la pregunta del sentido no ha surgido. Es una pregunta de Occidente. ¿Cuál es el sentido de la vida? En Oriente nadie pregunta eso. Occidente ha llegado a un punto de saturación donde todo por lo que podrías vivir ya lo has vivido.¿ Ahora qué? Si eres lo suficientemente valiente, cometes suicidio, o asesinato…
Una vez que esta enfermedad, el SIDA, se extienda, y se está extendiendo, ya es una epidemia, también en América… Los políticos permanecen en silencio, los sacerdotes permanecen en silencio, porque el problema es tan grande, y nadie parece tener alguna sugerencia de cómo resolverlo, así que es mejor quedarse callados. Pero ¿por cuanto tiempo puedes permanecer callado?
El problema se extiende, y una vez que se extienda y se haga más amplio, te sorprenderás: la profesión que estará en el tope de este negocio del SIDA será la de sacerdote, la de monja, monje. Ellos estarán en el tope, los más afectados por ello, porque ellos han estado practicando sexo pervertido más tiempo que nadie. California es nueva. Esos monjes y monjas han estado viviendo en “California” por siglos.
Tal como me lo parece a mí, la enfermedad es espiritual.
El hombre ha llegado a un punto en el que encuentra que el camino se acaba. Regresar no tiene sentido porque todo lo que ha visto, vivido, le muestra que no había nada en ello; todo ha demostrado no tener sentido. Regresar no tiene sentido; seguir hacia adelante: no hay camino; encararlo es el abismo. En esta situación si pierde el deseo, la voluntad de vivir, no era algo que se pudiera esperar.
Se ha probado experimentalmente que si un niño no es criado por gente amorosa – la madre, el padre, los otros niños pequeños en la familia – si el niño no es criado por gente amorosa, pueden darle todo alimento pero de alguna manera su cuerpo se irá encogiendo. Le están dando todo lo necesario – las necesidades médicas están satisfechas, se está tomando mucho cuidado – pero el chico sigue encogiéndose. ¿Es eso una enfermedad? Si, para la mente médica todo es una enfermedad; algo debe estar mal. Ellos siguen investigando los hechos, por qué está pasando. Pero no es una enfermedad.
La voluntad de vivir del niño ni siquiera ha surgido. Necesita calor amoroso, caras dichosas, niños que bailen, el calor del cuerpo de la madre, un cierto ambiente que le haga sentir que la vida tiene tremendos tesoros para ser explorados, que hay tanta dicha, baile, juego; que la vida no es sólo un desierto, que hay inmensas posibilidades. Él debería ser capaz de ver esas posibilidades en los ojos a su alrededor, en los cuerpos a su alrededor. Sólo entonces la voluntad de vivir brotará; es casi como un resorte. De otra forma, se encogerá y morirá, no con alguna enfermedad física, simplemente se encogerá y morirá.
He ido a orfanatos… Uno de mis amigos, Rekhchand Parekh, en Chanda, Maharashtra, solía llevar un orfanato; cerca de cien a ciento diez huérfanos estaban allí. Y los huérfanos venían, de dos días de edad, tres días de edad; la gente simplemente los dejaba frente al orfanato. El quería que yo fuera a ver el orfanato. Yo le dije: “Más tarde en algún momento iré a verlo, porque sé que cualquier cosa que haya allí me pondrá innecesariamente triste”. Pero él insistió, así que una vez fui, y lo que vi… Estaban tomando todos los cuidados, él estaba derrochando su dinero en esos niños, pero todos estaban listos para morir en cualquier momento. Había doctores, enfermeras, había todas las facilidades médicas, había comida, había de todo. Él había dado su propio hermoso bungalow – él se había mudado a uno más pequeño – un hermoso jardín y había de todo; pero la voluntad de vivir no estaba ahí.
Yo le dije, “Estos chicos seguirán muriéndose poco a poco”.
Él me dijo: ¿Qué me dices? He estado llevando este orfanato por doce años; cientos han muerto. Hemos intentado de todas las maneras posibles mantenerlos con vida, pero nada parece funcionar. Ellos siguen encogiéndose y un día simplemente ya no están allí. Si hubiera una enfermedad el doctor podría ayudar, pero no había enfermedad; simplemente, el niño no tenia deseos de vivir. Cuando le dije esto se le hizo muy claro. Inmediatamente, ese mismo día, dio el orfanato al gobierno, y dijo: “Había estado intentando ayudar a esos niños durante doce años; ahora sé que no es posible. Lo que ellos necesitan yo no puedo dárselo, así que es mejor que el gobierno se encargue”. Me dijo, “Habia llegado a este punto muchas veces, pero yo no soy un hombre enterado asi que no podía darme cuenta de lo que se trataba. Pero de alguna manera yo sentía que algo faltaba y eso era lo que les estaba matando”.
El SIDA es el mismo fenómeno en el otro extremo. El huérfano se encoge y muere porque su voluntad de vivir nunca retoñó, nunca brotó, nunca se convirtió en una corriente que fluye. El SIDA está al otro extremo: de repente sientes que eres un huérfano existencial. Este sentimiento existencial de ser un huérfano causa que tu voluntad de vivir desaparezca. Y cuando la voluntad de vivir desaparece, el sexo será la primera cosa que será afectada porque tu vida comienza con el sexo; es un sub producto del sexo.
Así que mientras estés vivo, palpitante, esperanzado, ambicioso, y el mañana siga siendo una utopía, de manera que puedas olvidar todo el ayer que no tuvo sentido, puedas olvidar el hoy que tampoco tiene sentido… pero mañana cuando el sol salga y todo sea diferente… Todas las religiones han estado dándote esa esperanza.
Esas religiones han fallado. Aunque tú sigues llevando la etiqueta – cristiano, judío, hindú – sólo es una etiqueta. Por dentro, has perdido la esperanza, la esperanza ha desaparecido. Las religiones no pueden ayudar; son falsas. Los políticos no pueden ayudar. Ellos nunca tuvieron la intención de ayudar; sólo era una estrategia para explotarte. Pero ¿por cuánto tiempo esta falsa utopía – política o religiosa – puede ayudarte? Tarde o temprano, un día el hombre se volverá maduro; y eso es lo que está pasando. El hombre se está volviendo maduro, consciente de que ha sido engañado por los sacerdotes, los padres, por los políticos, los pedagogos. Ha sido simplemente engañado por todo el mundo, y ellos le han estado alimentando con falsas esperanzas. El dia que madure y se de cuenta de esto, el deseo de vivir se irá. Y la primera cosa que será herida por ello será tu sexualidad. Para mí eso es el SIDA.
Cuando tu sexualidad empieza a encogerse realmente estás esperando a que algo pase y que irás al silencio eterno, a la desaparición eterna. Tu defensa no está ahí. El SIDA no tiene más síntomas que tus defensas se caen. Como mucho puedes vivir durante dos años si tienes suerte y no te infectas por accidente. Cada infección será incurable, y cada infección te debilitará más y más. Dos años es lo más que puede vivir un paciente; y podría desaparecer en algún momento antes de eso. Y ningún tratamiento va a ayudar, porque ningún tratamiento puede devolverte tu voluntad de vivir.
Lo que estoy haciendo aquí es multidimensional. No estás completamente consciente de lo que estoy tratando de hacer; tal vez te hagas consciente sólo cuando yo me vaya. Estoy tratando de darte no una esperanza en el futuro – porque eso ha fallado – estoy tratando de darte una esperanza aquí-ahora. Por qué preocuparse por el mañana?; porque el mañana nunca ha ayudado. Por siglos el mañana te ha estado manteniendo de alguna manera arrastrándote, y te ha fallado tantas veces que ahora no puedes seguir aferrándote a él. Eso sería pura estupidez. Aquellos que se aferran a él tan solo están demostrando que son retrasados mentales.
Estoy tratando de hacer de este mismo momento una satisfacción, una alegría tan profunda que no haga falta la voluntad de vivir. La voluntad de vivir es necesaria porque no estás vivo. La voluntad sigue levantándote: tú sigues resbalándote, la voluntad sigue levantándote. Yo no estoy tratando de darte una nueva voluntad de vivir, tan sólo estoy tratando de enseñarte a vivir sin ninguna voluntad, a vivir dichosamente. Es el mañana el que sigue envenenándote. Olvida el ayer, olvida el mañana. Este es nuestro día: permitámonos celebrarlo y vivirlo. Y sólo con vivirlo serás los suficientemente fuerte como para que sin voluntad de vivir seas capaz de resistir todo tipo de enfermedades, todas las actitudes suicidas.
Sólo el estar completamente vivo es tan poderoso que no sólo podrás vivir, sino también podrás hacer de otros una llama, un fuego.
Esto ha sido un hecho bien conocido. Cuando hay grandes epidemias, ¿no te has preguntado por qué los doctores y enfermeras no se infectan? Ellos son seres humanos tanto como tú, y ellos están sobre cargados de trabajo, más vulnerables a la infección porque están continuamente cansados. Cuando hay una epidemia no puedes insistir en trabajar solo cinco horas al día o seis horas al día, y cinco días a la semana. Una epidemia es una epidemia; no se preocupa por tus vacaciones o tus horas extra. Tienes que trabajar: la gente trabaja dieciséis horas, dieciocho horas, cada día, durante meses. Aun así, los doctores, las enfermeras, la gente de la Cruz Roja, no se infecta.
¿Cuál es el problema? ¿Por qué otros se infectan? Son tipos similares de personas. Si se tratara sólo de tener una cruz roja en tu camisa… entonces pon una cruz roja en la camisa de todos; la cruz roja en cada casa. Si la cruz roja está evitando la infección, sería muy fácil, pero no se trata de eso.
No, esta gente está tan involucrada en ayudar a los demás, que no tienen ningún mañana. Este momento les hace involucrarse tanto, que ellos no tienen ningún ayer. No tienen nada de tiempo para pensar o siquiera preocuparse: “Puede que me infecte”. Su involucración… Cuando millones de personas están muriendo, ¿puedes pensar en ti mismo, y en tu vida, y en tu muerte? Toda tu energía se está moviendo en ayudar a los demás, en hacer todo lo que puedas hacer. Te has olvidado de ti mismo, y como te has olvidado de ti mismo no puedes infectarte. La persona que podría haberse contagiado está ausente: está involucrada en hacer algo, está totalmente perdida en el trabajo.
No importa si estás pintando o esculpiendo, o si estás sirviendo a un ser humano moribundo; no importa lo que estés haciendo, lo que importa es: ¿estás completamente involucrado en el aquí-ahora? Si estás involucrado en el aquí-ahora, estás completamente fuera del área en que la infección es posible. Cuando estás tan involucrado, tu vida se convierte en una fuerza muy torrencial. Y verás: hasta un doctor perezoso, en un momento de epidemia, cuando cientos de personas están muriendo, de repente se olvida de su pereza. Y doctores viejos de repente se olvidan de su edad…
Sólo la meditación puede desatar tu energía aquí-ahora. Y entonces no hay necesidad de esperanza, de ninguna utopía, de ningún paraíso en algún lado. Cada momento es un paraíso en sí mismo. Pero con respecto a mis cualificaciones , yo no estoy cualificado para decir algo sobre el SIDA. Ni siquiera he tomado un curso de primeros auxilios. Así que por favor perdona mi intromisión en algo que no me incumbe. Pero sigo haciendo eso, y seguiré haciéndolo”.
OSHO, From Misery to Enlightenment, charla #28
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