¿Cuál es el miedo de conocerse a uno mismo?

El miedo es que tal vez uno sea una mala persona. El miedo es que podamos descubrir que somos una mala persona después de haber cultivado una imagen de ser una buena persona. Parecemos ser una buena persona: somos santos, inocentes, auténticos, veraces. Nuestro temor es que podamos darnos cuenta de que por adentro de nosotros no somos auténticos sino falsos. Tenemos miedo de descubrir que somos irreligiosos, complicados, astutos, hipócritas, insensibles. El temor es que la imagen de nosotros mismos, la que creemos que somos, puede resultar ser falsa.
No tenemos el coraje de tener un encuentro directo y simple con nosotros mismos.
Una persona que tiene miedo de esta manera nunca puede encontrarse con la mente. Es muy fácil entrar en el bosque, es fácil entrar en la oscuridad, es fácil sentarse sin temor frente a los animales salvajes, pero es muy difícil permanecer sin temor frente al salvaje que está escondido dentro de ti. Es muy arduo. No es nada difícil soportar años en el sol, cualquier tonto puede hacer eso. No es difícil pararse de cabeza, cualquier idiota puede ser enseñado tales juegos de circo. Y no es muy difícil acostarse en espinas: la piel se ajusta a las espinas muy pronto. Si hay una cosa que es realmente ardua, es tener el coraje de conocer de inmediato de cómo es uno por dentro, ya sea malo o loco, como sea. Así que lo primero es dejar caer el miedo y prepararse para verse así mismo con valentía.
Uno que no tiene este valor está en problemas. Estamos interesados en alcanzar el alma, estamos interesados en conocer la existencia, pero no tenemos el coraje de tener un encuentro directo y simple con nosotros mismos. El alma y la existencia están muy lejos. La primera realidad es nuestra mente, nuestro cerebro. La primera realidad es el centro de pensamiento con el que estamos más estrechamente relacionados. Uno tiene que verlo, conocerlo, reconocerlo, primero. Lo primero es el esfuerzo por conocer la propia mente en la soledad, sin temor.
Por lo menos media hora todos los días, da a tu mente la oportunidad de expresarse tal cual es. Enciérrate en una habitación, como un emperador, y da total libertad a tu mente. Dile: "Todo lo que quieras pensar, contemplar, deja que suceda". Deja caer toda la censura de ti mismo que ha impedido que las cosas surjan, deja caer todo eso. Dale a tu mente la libertad de permitir que surja cualquier cosa que surja; Permite que aparezca lo que quiera aparecer. No detengas o suprimas nada. Estás listo para conocer lo que hay adentro.
OSHO Times International magazine. Oct.19, 2016